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CÓMO ESCOGER LAS PRENDAS PARA PRACTICAR EL ESQUÍ DE MONTAÑA

Cuando estás realizando una actividad tan intensa como el esquí de montaña, es fundamental que lleves contigo todo lo necesario, pero nada más. Durante una salida a la montaña, las condiciones pueden cambiar rápidamente. Desde el agradable calor de una ascensión bajo el sol, vistiendo solo una camiseta ligera, al frío de las alturas, sin mencionar el riesgo de encontrarte con nieve, lluvia, tormentas de viento y toda una serie de imprevistos.

Elegir la ropa adecuada para el esquí de montaña puede marcar la diferencia. El uso de prendas técnicas, ligeras y transpirables permite la máxima libertad de movimiento, mantiene el cuerpo fresco durante los esfuerzos más intensos y proporciona una óptima retención del calor cuando bloqueas las fijaciones para lanzarte a alta velocidad trazando curvas en la nieve virgen.

  1. Capa base
  2. Segunda capa
  3. Tercera capa
  4. Cuarta capa
  5. Capa hìbrida
  6. Pantalones
  7. Accesorios

Al seleccionar la ropa de esquí de montaña, no se tiene que subestimar la importancia de la calidad, ya que las prendas deben tener una resistencia considerable al esfuerzo mecánico. No es agradable encontrarse a 3 000 metros de altitud en un puerto de montaña o en una cumbre sin una chaqueta que te proteja del frío y del viento. Nuestra ropa tiene que servir de apoyo en nuestras aventuras y, cuando estamos ahí fuera, tenemos que ser capaces de olvidarnos de que la llevamos puesta, sabiendo que podemos confiar en nuestro material al 100 %.

Sistema de capas para una estrategia ganadora

Cuando se trata de elegir la ropa adecuada para el esquí de montaña, la primera recomendación es utilizar el sistema de capas. Las capas te permiten sentirte cómodo quitando o añadiendo prendas según la actividad o las condiciones climatológicas.

1. Capa base

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Una buena capa base para el esquí de montaña tiene que estar en contacto con la piel, tener un ajuste ceñido y ser lo suficientemente elástica para permitir una total libertad de movimiento. Su función es facilitar la evacuación del sudor de la piel y mantener el cuerpo seco para permitir una termorregulación adecuada. Mantener una temperatura corporal constante es fundamental para prevenir complicaciones como la hipotermia, riesgo que se puede correr si el cuerpo se enfría demasiado. Por eso, es importante elegir los tejidos adecuados. Hay que evitar las prendas de algodón, mientras que las mejores son las de lana o las sintéticas. Las fibras de lana tienen una mayor capacidad de absorción (hasta un 23 % de su peso en agua), lo que permite sentir el cuerpo seco incluso si está sudado. Los tejidos sintéticos, cuyas fibras son mucho menos absorbentes (15 % de su peso en agua), en cambio, expulsan el sudor de la piel más rápidamente. Una excelente opción son los tejidos mixtos en los que se entrelazan las fibras de lana y las fibras sintéticas, para crear un tejido que ofrezca las propiedades térmicas de la lana junto con las propiedades de control de la humedad de las fibras sintéticas.

El peso de la prenda también es un factor a tener en cuenta. Una prenda interior más ligera es adecuada para las actividades continuas de alta intensidad y con temperaturas que no sean demasiado rígidas. Si se trata de una salida de baja intensidad con temperaturas muy bajas y con paradas periódicas, es mejor elegir una prenda interior más gruesa que sea capaz de atrapar una mayor cantidad de aire cerca de la piel y que, por lo tanto, proporcione mayor aislamiento.

2. Segunda capa

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Si la función de la capa base es principalmente la de gestionar la humedad, la segunda y la tercera capa tienen la función de proporcionar calidez. Por lo tanto, la segunda capa tiene que ofrecer aislamiento desde el exterior, conservando el calor y ayudando a mantener una temperatura corporal constante. Para garantizar confort, es fundamental que la prenda proporcione el grado adecuado de calidez y transpirabilidad para el tipo de actividad que se realiza. Para actividades de baja intensidad, se prefieren prendas menos transpirables y que ofrezcan mayor protección; para actividades aeróbicas intensas, la preferencia es por prendas ligeras y transpirables que se secan rápidamente y dispersan parte del calor producido por el esfuerzo físico.

Una de las soluciones más versátiles es el tejido polar. Es capaz de mantener sus propiedades aislantes incluso cuando está mojado, pero ofrece poca protección contra el viento. Si buscamos comodidad y control de la temperatura, debemos considerar las prendas softshell que garantizan calidez y transpirabilidad incluso durante las salidas invernales. Una sola capa para utilizar durante toda la salida, minimizando así el peso.

3. Tercera capa

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Para la tercera capa, la solución más cálida es, sin duda alguna, el plumón natural. Gracias a su capacidad de atrapar el aire en su estructura, retiene el calor más que cualquier otro material. Sin embargo, cuando absorbe humedad o se moja, pierde su capacidad aislante y tarda mucho en secarse. Una solución interesante introducida para solucionar este problema crítico es la aplicación del tratamiento DWR, que recrea lo que ya sucede en la naturaleza. Las aves tienen una glándula que produce una cera que esparcen sobre sus plumas impermeabilizándolas, permitiendo que se mantengan secas. Lo mismo se hace de forma artificial, se recubren las plumas con materiales de silicona que impiden la entrada de agua, asegurando así que mantengan su volumen y su peso ligero incluso en condiciones de humedad.

Similares al plumón, pero capaces de aislar incluso cuando están mojados, son los tejidos sintéticos que además tienen la ventaja de secarse con rapidez. Sin embargo, tienen una relación calidez-peso más baja que el plumón, por lo que se debe usar una capa más gruesa de fibras para proporcionar el mismo nivel de protección. Una buena alternativa natural la ofrecen la lana y los tejidos mixtos. La lana merina conserva excelentes propiedades térmicas. En algunos casos, es posible encontrar en el mercado prendas que utilizan tanto lana como fibras sintéticas, una solución que te permite disfrutar de las ventajas de ambas.

4. Cuarta capa

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La capa exterior para el esquí de montaña tiene la función de ofrecer protección contra el viento, la lluvia y la nieve. Por esto, tiene que ser impermeable, pero transpirable. La transpirabilidad es esencial para permitir la evacuación de la humedad del sudor para que el cuerpo permanezca seco. Los índices de impermeabilidad se miden por la altura de la columna de agua, es decir, la cantidad de presión hidrostática que un material es capaz de soportar. Cuanto mayor sea esta cifra, mayor será el índice de impermeabilidad. Una capa más ligera y con tratamiento repelente al agua puede ser la elección correcta para las salidas en días tranquilos, donde al máximo te puedes encontrar con una lluvia ligera. En caso de condiciones extremas, con nevadas o fuertes lluvias, es mejor contar con la protección de una prenda construida con tres capas que garantice una resistencia a la columna de agua de 10 000 o 20 000 mm.

5. Capa híbrida: la solución que une

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¿Hay alguna manera de garantizar transpirabilidad, protección y calidez en una sola prenda? Sí, gracias a una construcción híbrida que combina tejidos con diferentes propiedades para ofrecer el mayor confort posible. Esto se debe a que las prendas están diseñadas para un uso técnico y cada actividad requiere de unas características específicas y, por lo tanto, de unas prendas altamente especializadas. De esta manera, la segunda y la tercera capa se combinan entre sí mezclando diferentes materiales. Una chaqueta con aislamiento de plumón en la parte delantera y forro polar en las mangas es un gran ejemplo de una construcción híbrida que ofrece calidez donde se necesita y protección en el torso, al mismo tiempo que permite transpirabilidad y libertad de movimiento en puntos clave.

6. Pantalones

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Los pantalones de esquí de montaña se pueden dividir esencialmente en 4 categorías:

- Pantalones térmicos

- Mallas

- Pantalones softshell

- Pantalones hardshell

Recomendamos utilizar pantalones térmicos solo para los días más fríos o como sobrepantalones por las mañanas para conseguir protección contra las temperaturas más rígidas. Las mallas ligeras están inspiradas en el concepto de un mono de carreras y son ideales para los atletas competitivos durante las sesiones de entrenamiento y para los aficionados durante sus salidas de alta intensidad. Los pantalones softshell están fabricados con un tejido en el exterior que repele el viento y el agua, y con un tejido peinado o polar en el interior en contacto con la piel. Son adecuados para la mayoría de las salidas y, por lo tanto, también son perfectos para los principiantes que necesitan crear su primer guardarropa de esquí de montaña. Los pantalones hardshell garantizan protección contra el viento y el agua, y son una capa adicional esencial cuando nieva o en caso de condiciones extremas. Por lo tanto, la elección de los pantalones para practicar el esquí de montaña depende mucho de la intensidad del esfuerzo y de las condiciones climatológicas.

7. Accesorios

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Es importante llevar siempre unos guantes. Hoy en día, existen en el mercado guantes diseñados específicamente para el esquí de montaña. Lo importante es que ofrezcan calidez, pero que no sean demasiado pesados.

No debes olvidar el gorro o la cinta para la cabeza y el calentador de cuello. También en este caso, tienes muchas opciones, incluso en términos de estilo. Pero selecciona siempre accesorios que puedan retener el calor y proteger de los elementos. Un pasamontañas podría resultar ser la mejor opción para condiciones extremas.

Conclusión

Como hemos visto, no existe ropa universal para todas las salidas de esquí de montaña. En primer lugar, las condiciones climatológicas y ambientales dictarán la elección específica del nivel de protección a usar. Y el tipo de esquí de montaña influirá aún más en la ropa elegida. Para actividades dinámicas de alta intensidad, se preferirán prendas ligeras y transpirables. Para actividades menos intensas y discontinuas, se necesitará ropa que garantice mayor protección contra los elementos.

La regla básica sigue siendo vestirse por capas. Una capa base transpirable, para absorber la humedad de la piel; una segunda y tercera capa, para asegurar la correcta protección contra el frío; una cuarta capa impermeable y transpirable, para garantizar protección contra los elementos externos como la lluvia y la nieve.

El esquí de montaña es una actividad que exige mucho a la ropa, por eso es importante fijarse en la calidad. Las prendas de esquí de montaña deben ser resistentes a la abrasión y al esfuerzo mecánico. Un día perfecto puede convertirse rápidamente en una mala experiencia si te encuentras a medio camino con la chaqueta o los pantalones rasgados.

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